lunes, 25 de febrero de 2019

CUESTA ABAJO… (Re-escrito)


Cuando se hizo el mediodía la señorita Cornelia comprendió que Jacinto no aparecería a su cita. Con este sumaban dos los domingos que Jacinto faltaba a su encuentro semanal, algo imperdonable para un novio después de diecisiete años de compromiso. Pensaba en cuanta razón tenía su difunta madrecita cuando le aconsejó que tal vez  no fuera buena idea eso de ponerse de novia con un telegrafista amigo de lupanares y de quien se decía, que había adquirido en la capital la mala costumbre de frecuentar “casas de mancebía”
Decidida a romper con él, la señorita Cornelia se fue hasta el cuarto de su madre para hurgar entre viejos arcones y gavetas a fin de recaudar todos los cromos y postales, recuerdos, fotos y tarjetas,  que había recibido de Jacinto como muestras de un amor que no concretaba su ascenso al altar, pero que sí pretendía frecuentemente deslizarse hasta el tálamo, cosa esta que si no había sucedido hasta ahora se debía al empeño puesto por la señorita Cornelia en defensa de su honra y virtud. Pero ahora, el rompimiento sería definitivo.

Cuesta abajo el descenso de Jacinto fue inevitable. Cirrótico y “confortado con los auxilios celestiales” murió envuelto -a falta de olor de santidad- en un vaho de ron justo en el trigésimo noveno aniversario de la muerte de su novia; quien falleció debido a múltiples  complicaciones  por la mordedura de un ciempiés que se ocultaba al fondo de un viejo baúl donde ella buscaba quién sabe qué cosa la tarde de un domingo cualquiera…

viernes, 22 de febrero de 2019

PRÓCER


Hace muchas décadas que la estatua  del héroe está ahí en el centro de la plaza homónima coronada de laureles y leyendas mirando al Sur y de espaldas al mar.
Envuelto en vaporosa capa de bronce y hazañas mira hacia la Casa de Gobierno. De pie, egregio sobre mármoles y victorias, se ve sereno y solemne.
Rápida y temerosa, ayer, una avecilla que se le había posado alzó el vuelo No es cosa buena asustar a un pájaro.
Hoy, qué triste se ve el prócer con su lagrimita de mierda seca…
CALIXTO GUTIERREZ AGUILAR
Febrero 2019