Dedicado
a Fray Nelson Sandoval Zambrano…
Pedro Luís iba a su
pueblo y cada lunes muy temprano volvía a la ciudad. Para ir a la parada del
transporte colectivo salía de su casa
por la calle Sucre o bien por la calle Bolívar. Ésta última siempre le resultó
más atractiva. Un lunes cualquiera, cuando apenas amanecía, salió y encontróse
con Doña Isabelita quien a esas horas barría el tramo de calle frente a su
casa.
-¡Buenos días, señora
Isabelita!
-¡Buenos días, mijo!
La anciana dejó su mano
izquierda apoyada en el palo de la escoba e hizo con la derecha una visera,
luego preguntó:
-¿Y tú quién eres?
-¡Soy Pedro Luís! El de
Jacinto y María Teresa…
-Gusto en verte de
nuevo mijo, saludos por tu casa…Y le dio la espalda para seguir barriendo.
Pasados quince días,
aquí va Pedro Luís por la misma calle
camino de la parada a la misma hora y coincide con la misma señora puesta en el
mismo oficio:
-¡Buenos días, señora Isabelita!
-¡Buenos días, mijo!
Y la anciana dejando su
mano izquierda apoyada en el palo de la escoba y haciendo con la derecha una
visera, preguntó:
-¿Y tú quién eres?
-¡Soy Pedro Luís! El de
Jacinto y María Teresa…
-Gusto en verte de
nuevo mijo, saludos por tu casa… Y el joven contrariado por la rapidez del olvido
de la señora, le dijo adiós con la mano aun cuando ella ya le había dado la espalda.
Quien iba a decirte,
querido lector, que el tan extraño suceso tuvo lugar una tercera, una cuarta y
una quinta vez. Por ello Pedro Luis resolvió gastarle una broma a la señora en
su sexto encuentro:
-¡Buenos días, señora Isabelita!
-¡Buenos días, mijo!
Y la anciana repitió
sus gestos y la ya acostumbrada pregunta:
-¿Y tú quién eres?
Rápido, Pedro Luís
contestó:
¡Soy el hijo de Jorge
Negrete y María Félix!
Indignada, la vieja
chilló:
¿Siiiiiiiiii?
¡Desgraciado! ¡Le voy a decir a Jacinto y a María Teresa que los estás negando
por la calle!
…Y desde entonces,
Pedro Luis caminó por la calle Sucre.
CALIXTO
GUTIERREZ AGUILAR