I
Rodeando la mesa de la cocina sorbían
el café de sus pocillos las tres mujeres mientras hablaban con voces casi
apagadas conteniendo las lágrimas y el miedo. La comadre, invitada por sí misma
rompió el prolongado silencio en el que tras muchas conclusiones habían caído:
-Te lo van a matar comadre, te lo van a matar.
No será hoy o mañana, pero te lo van a matar…
Ella lo sabía, al fin y al cabo las
madres siempre saben de esas cosas. Con un sorbo de café se tragó también el
nudo de la garganta y miró a la joven nuera embarazada que desde hacía un par
de años vivía con ella.
Una criaturita que se desperezaba llegó
a la cocina solicitando atenciones y así puso fin a la reunión…
II
-¡Hay una mala atmosfera. Alguna vaina
mala va a pasar!- rezongó la vieja regordeta sentada en el porche de la casa.
La hija, santiguándose ripostó: ¡María Purísima! No digas eso mamá que me da
miedo.
-No seas pendeja mijita. Todo te da
miedo- repuso la doña mientras bebía su café y miraba hacia el camino
que une a su casa con la carretera.
-Anoche andaban tres hombres que no son
de por aquí. Uno me preguntó que si sabía dónde vendían cigarros. Yo le dije
que fueran para que Juanita… Me parecieron raros- dijo la hija.
-¿Viste? No son vainas mías. Algo malo
va a pasar -insistió la vieja-
III
-Bueno, yo lo único que supe fue que se
metieron tres tipos en su casa, le cayeron a coñazos y se lo llevaron- dijo el
señor de la bodega detrás del mostrador.
-Parece que hasta desnudo se lo
llevaron- opinó un paisano. -¡No, el hermano le tiró un pantalón para que se lo
pusiera- aclaró una señora.
-Ese muchacho hace tiempo que andaba
buscándose una mala hora- sentenció el señor de la bodega.
-Por ahí aparecerá muerto, no les
extrañe- afirmó con aire resignado el mismo paisano. –¡Ya verán!-
Y cayó la tarde y vino la noche, y en
una humilde vivienda llena de gente y de miedo, de lástima y resignación; una
mujer lloraba a gritos la pérdida del hijo que ya estaba perdido antes de
morir, mientras en otra casa una vecina decía a su hija:
-Te lo dije esta mañana: una vaina mala
iba a pasar-
CALIXTO GUTIERREZ AGUILAR
(Inspirado en un
hecho noticioso de marzo de 2015)